Por María Sará

Abordar conversaciones sobre la pérdida de la memoria puede ser una tarea complicada, ya que no usar la estrategia más adecuada para hablar del tema puede generar incomodidad, miedo, malentendidos u otros sentimientos negativos. Con esto en mente, hace un par de semanas, Educadora de Demencia Nellie Hernández, MSC de Alzheimer’s San Diego, presentó un seminario virtual titulado Cómo Iniciar una Plática Sobre la Pérdida de Memoria. En esta sesión se dieron recomendaciones que pueden incrementar nuestra confianza al hablar de todos los aspectos relacionados con la pérdida de la memoria, desde los signos característicos de la condición hasta los cambios que posiblemente se deba implementar. A continuación, encontrarás un resumen del seminario educativo.

Causas comunes de la pérdida de memoria

En cuanto a la pérdida de memoria, es importante aprender a distinguir entre los cambios que ocurren a causa del envejecimiento normal y lo que podría ser una señal de que algo no anda muy bien con respecto a la salud de una persona. La demencia, por ejemplo, es una causa común de problemas graves en la memoria, pero la última también puede ser producida por otras condiciones. Una estrategia clave para saber si es necesario preocuparse cuando alguien olvida cosas a menudo es analizar si esto es algo que está afectando la vida cotidiana de la persona. Por ejemplo, como explicó la Educadora Hernández, es completamente normal olvidar dónde dejamos nuestras llaves siempre y cuando podamos rastrear nuestros pasos y eventualmente encontrar lo que habíamos extraviado. No obstante, un motivo de preocupación evidente sería si alguien tiene las llaves y, sin perderlas, olvida para qué sirven.

De la misma manera, y específicamente cuando se trata de la demencia causada por el Alzheimer, las personas con problemas de memoria graves pueden olvidar palabras a tal punto que se les dificulta formar oraciones, o también pueden llegar a tener dificultad reconociendo las voces de sus conocidos o seres queridos.

Estrategias de comunicación

Aunque hablar acerca de la pérdida de memoria de un ser querido puede resultar incómodo en el momento, estas conversaciones nos permiten comunicar los cambios que debemos implementar para poder sobrellevar muchas de las dificultades relacionadas con el deterioro de la memoria. Por ejemplo, es importante discutir estrategias para optimizar la seguridad de todos; es decir, evitar que la persona sufra caídas y lesiones, conduzca, o deambule. Además, es necesario asegurarse de que quien cuidará de la persona aprenda formas saludables de manejar el estrés, ya que cuidar de alguien más solo es posible si cuidamos primero de nosotros mismos.

Al hablar de los cambios que tomarán lugar después de que una persona es diagnosticada con una condición que afecta la memoria, es importante reconocer los miedos que cada uno tenga con respecto a la situación, como la disminución en los niveles de autonomía y socialización de la persona con la condición, o el aumento de responsabilidades para su cuidador. Del mismo modo, es esencial entender cómo la historia personal y los valores culturales de cada quien podrían influenciar la manera en la que se adaptan a las nuevas circunstancias.

Entre la población de personas con condiciones relacionadas con la pérdida de memoria, se estima que un 50% no es consciente de su pérdida de la habilidad para recordar (lo que es conocido como anosognosia); 30% es consciente de su condición, pero siente ansiedad al respecto; y el 20% restante es consciente de su condición y se encuentra en un estado emocional más controlado. Teniendo estas diferencias en mente, existen distintas formas clave de comunicarse e interactuar efectivamente con las personas de cada grupo:

  • Si no están conscientes: indicar que estamos allí para ayudarles y apoyarles en lo que necesiten. No intentar cambiar sus actitudes o comportamientos, y evitar discusiones sobre lo que no pueden hacer.
  • Si están conscientes y ansiosos: enfatizar en el término “juntos” (ej., “Lograremos esto juntos;” “Estamos juntos en esto”) para demostrar nuestro apoyo. Ser amable y tener en cuenta hasta las habilidades que aún retienen.
  • Si están conscientes y tienen la situación bajo control: darles el tiempo y espacio necesarios para que puedan llevar a cabo todas las funciones que aún les sea posible. No intentar corregir lo que hagan de manera incorrecta.

Al comunicarse con alguien con pérdida de memoria, es de notar que la capacidad de la persona para expresar y comprender ideas puede variar dependiendo de la hora del día u ocasión, y es probable que sea necesario repetir varias veces lo que se está diciendo, siempre de manera compasiva.

Finalmente, para poder iniciar una plática sobre la pérdida de memoria de una persona, la Educadora Hernández recomendó prepararse bien (habiendo creado un registro escrito de ocasiones en las cuales la persona demostró tener problemas de memoria, y pedido a otras personas que compartan sus preocupaciones), tomar suficiente tiempo para determinar quiénes son las personas adecuadas para participar en la conversación, y tener claras las metas que se quieren lograr por medio del diálogo.

Recursos adicionales

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